¡Comentad!

Hey chicos, me gustaría que comentaseis porque...
Me gusta saber lo que opináis. Os pensabais que iba a decir lo de: comentad porque un blog se alimenta de los comentarios ¿verdad? :P ¡Pues no!
Ahora enserio, comentad y decidme vuestras opiniones, y así yo me alimentaré de vuestra vitalidad... (Se ríe de forma malvada sin que nadie la mire.)
¡Nos vemos pronto! O Mejor... ¡Me leéis pronto!

domingo, 17 de marzo de 2013

Capítulo 1: El principio del fin.

Allí me encontraba; justo delante de las puertas de mi nuevo internado. Tenía un aspecto tétrico. Puertas negras, paredes desconchadas, lleno de árboles y plantas muertas,...
Seguro que no me gustaba.
Cogí aire y me dí fuerzas. "¡Allá voy!" me dije y abrí la cancela que daba al principio del fin, el internado.
En cuanto abrí la puerta del internado un conserje, de unos treinta años, se me acercó.
-¿Necesita ayuda?- me preguntó.
-Sí, soy la nueva-respondí muy seria.
-Por favor sígame.
El conserje se dirigió hacia el pasillo de la izquierda y entró por la puerta que había al fondo. Allí se encontraba un escritorio de caoba y justo detrás había una mujer sentada en un sillón negro.
-¿Qué ocurre Estefan?-Preguntó la mujer levantando la vista de unos papeles que estaba leyendo.
-Es la nueva alumna-dijo señalándome con la cabeza; después salió de la habitación mientras me dejaba a solas con, la que supuse que era, la directora.
-Así que eres la nueva.-La mujer se levantó lo que provocó que su pelo moreno se moviera.
-Sí señora.-Asentí temerosa.
Esa mujer me daba miedo, aunque no seguía saber porqué. Ésta dio una vuelta a mi alrededor, inspeccionándome. Tal vez se diera de la herida de la nuca que intentaba tapar con mi largo pelo rubio.
Después de estar bajo su atenta mirada durante unos minutos, me hizo salir de su despacho y me llevó a mi nueva habitación.
Iba a compartir la ha compartirla con una chica llamada Raquel. Era alta, con unos preciosos ojos azules y un pelo moreno cortado a la altura de los hombros. La verdad es que me había caído bastante bien; aunque sabía que esa amistad no duraría.
Me tumbé en la cama y volví a recordad mi pueblo, sus preciosos campos y ese aroma a Jazmín que siempre impregnaba mi casa.
"Este lugar acabará matándome." Pensé justo antes de dormirme...

No hay comentarios:

Publicar un comentario